ortodoncia

¿Cómo puedo saber si mi hijo necesita un tratamiento de ortodoncia?

Según indica la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), es aconsejable que la primera revisión con un odontopediatra experto en ortodoncia sea a los 6 años.

De este modo, el profesional podrá revisar la salud bucodental de los niños y detectar problemas en su fase inicial.

La ortodoncia infantil no solo está indicada para corregir la posición de los dientes, sino también los huesos de la mandíbula cuando aún están en fase de crecimiento.

Por todo ello, es importante que los pequeños acudan al dentista a edades tempranas, cuando es posible empezar un tratamiento de ortodoncia interceptiva.

En este artículo vamos a comentar algunos de los síntomas para saber si tu hijo necesita aparatos dentales.

¿Mi hijo debería llevar ortodoncia?

Cada vez es más frecuente ver a niños y niñas de poca edad con ortodoncia para corregir problemas dentales.

Por este motivo no es nada extraño que muchos se pregunten si sus hijos podrían necesitar algún tipo de ortodoncia.

Aquí te dejamos siete indicios que te pueden ayudar a detectar si es necesaria la ortodoncia infantil.

  • 1. Caída temprana o tardía de los dientes de leche.

Los dientes primarios deben comenzar a caer sobre los 6 años y deben terminar su caída sobre los 9 años.

Los dientes de leche tienen el espacio que después ocuparan las piezas definitivas.

Cualquier perdida dental temprana o tardía, generará un desajuste en los dientes permanentes.

En caso de caer por caries debemos enseñar a nuestros hijos buenos hábitos de higiene bucal para que esto no ocurra.

  • 2. Problemas al masticar o morder.

La masticación solo por un lado de la boca, es una falta de equilibrio que puede provocar mordida cruzada y además dolores de cabeza y cuello.

  • 3. Excesivo espacio entre los dientes.

Los huecos interdentales se conocen como diastemas, pueden aparecer porque hay bastante hueco entre las piezas dentales, son de un tamaño inferior o el arco es demasiado ancho.

  • 4. Piezas que no encajan bien, apiñamiento o dientes desplazados.

El motivo más frecuente de los dientes montados suele ser la falta de espacio, dientes demasiado grandes o paladar estrecho, entre otros.

  • 5. Succión del dedo pulgar.

La succión del dedo pulgar es un hábito recurrente en los bebés y niños que puede derivar en la inclinación de los dientes posteriores hacia delante, al tiempo que los dientes inferiores son llevados hacia atrás, dando lugar a una mala oclusión denominada mordida abierta, en la que los dientes superiores e inferiores no encajan entre sí.

  •  6. Ruido al abrir y cerrar la mandíbula.

Los trastornos temporomandibulares se manifiestan con dolor en la cabeza, el cuello, la mandíbula o la cara, problemas para masticar y para morder y en sonidos tipo chasquido o crujido al abrir o cerrar la mandíbula.

  • 7. Dientes que sobresalen.

Las piezas dentales que quedan más hacia afuera de lo normal, tanto en la parte superior como en la inferior, también es un indicativo de que las mandíbulas no se están desarrollando de forma regular.

¿Te estás preguntando si llevar a tu hijo al ortodoncista?

Ahora que ya sabes cómo identificar con mayor facilidad las posibles maloclusiones de tu hijo.

Recuerda que, aunque no tenga ningún síntoma, es necesario que los niños acudan al odontopediatra con la salida de los primeros dientes.

De tal forma se podrá detectar a tiempo cualquier problema bucodental y ponerle solución rápidamente mediante un tratamiento de ortodoncia infantil.

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