Se suele usar el ácido hialurónico para la infiltración en personas que sufren una disfunción de la articulación temporomandibular, alteraciones funcionales que afectan al aparato masticatorio y reducen la calidad de vida de los pacientes.
El ácido hialurónico reduce la inflamación y el dolor, mejora la función de la articulación, frena el avance de la enfermedad y disminuye la velocidad del deterioro.