Actualmente, el uso de los implantes dentales es una buena idea para reemplazar los dientes perdidos, cualquiera sea su causa, en la gran mayoría de los casos dejando atrás los antiguos sistemas de prótesis removibles (“dentaduras postizas” con o sin “ganchos”) y prótesis fijas sobre dientes (“puentes fijos”).
Un paciente que ha sufrido la pérdida de uno o más dientes, debe considerar que los implantes dentales no sólo resuelven la parte estética, sino que además evitan otras graves complicaciones asociadas a la falta de dientes o muelas, como desgaste de las piezas que quedan, problemas en las articulaciones de la mandíbula, dolores de cabeza, cuello y hombros, complejos psicosociales, baja autoestima, problemas digestivos…
Actualmente la implantología es una rama en constante evolución que cada vez presenta técnicas más rápidas, predecibles y mínimamente invasivas.